"Claro que se puede volar eternamente, sin ni siquiera tener que amanecer en la misma cama.
Porque hay vuelos que son tan intensos como una vida.
Porque no merece la pena vivir una vida sin volar.
Y porque yo ya no sé hacerlo."
A.2014
lunes, 24 de noviembre de 2014
lunes, 10 de noviembre de 2014
Alguien que no quiera salvarse nunca.
"Necesitamos creer que podríamos perder a aquellos que más amamos porque eso nos recuerda lo mucho que significan para nosotros. La seguridad en una relación es algo genial, pero un 100% de seguridad se vuelve aburrido. La pareja ideal es aquella que temes perder todos los días, pero que, en el fondo, sabes que nunca te dejará.
El problema es que una vez que nos sentimos a salvo, nos aburrimos. Necesitamos esa sensación extra de emoción, un poco de incertidumbre, para mantener el fuego."
6 razones por las cuales toda mujer quiere un chico malo pero necesita uno bueno.
http://www.upsocl.com/mujer/6-razones-por-las-cuales-toda-mujer-quiere-un-chico-malo-pero-necesita-uno-bueno/
"¿Pero qué es exactamente un chico malo? Alguien que acierte un día a no quedarse inmóvil al borde del camino, a no salvarse. Alguien por quien jurar hacer todo lo posible para que nunca se arrepienta de no haberse llenado de calma y reservar del mundo sólo un rincón tranquilo."
A.2014
El problema es que una vez que nos sentimos a salvo, nos aburrimos. Necesitamos esa sensación extra de emoción, un poco de incertidumbre, para mantener el fuego."
6 razones por las cuales toda mujer quiere un chico malo pero necesita uno bueno.
http://www.upsocl.com/mujer/6-razones-por-las-cuales-toda-mujer-quiere-un-chico-malo-pero-necesita-uno-bueno/
"¿Pero qué es exactamente un chico malo? Alguien que acierte un día a no quedarse inmóvil al borde del camino, a no salvarse. Alguien por quien jurar hacer todo lo posible para que nunca se arrepienta de no haberse llenado de calma y reservar del mundo sólo un rincón tranquilo."
A.2014
No te salves - Mario Benedetti
viernes, 7 de noviembre de 2014
Límite sobrepasado, yo me bajo aquí.
Con la realidad de la vida pisándonos los talones.
Intentando mirar, ver más lejos de lo que se muestra a simple vista. En el
marco menos perfecto de todos descubrimos que lo fácil es rendirse y decidimos
no hacerlo.
¿Dónde está el límite? ¿Existe acaso? Quizá deberíamos
replantearnos la pregunta, ¿Dónde quieren ponernos el límite?
No importa, que lo intenten. Pierden el tiempo que nosotros
optamos una noche por invertir en abrir los ojos a otra realidad. A un mundo
nuevo dentro del caótico mundo de siempre. Abrirle las puertas a la vida para dejar
a los buenos momentos pasar y acomodarse, para decirles a las emociones que son
bienvenidas aquí. Donde habita el olvido de los malos recuerdos, donde el dolor
de tiempos pasados termina quedándose en el fondo de los cajones, donde
preferimos ahogar las penas entre risas que en alcohol, mientras vamos
remendando todas las heridas del ayer compartiendo largos silencios.
Silencios. De los llenos de vida, de los llenos de ganas de
comerse el mundo.
Aquí, donde tejemos caricias a golpe de miradas, donde un
gesto vale más que mil palabras, aunque no por ello nos dejará de encantar que
las palabras vuelen… Y que sean los escritos los que permanezcan y recojan todo
esto, toda esta ilusión, estas ganas, esta adrenalina liberada en
pedacitos de pasión y desenfreno. Estas
ganas de verte cada día y comerte a besos o matarte a sabes Dios qué.
Donde la voracidad de un abrazo es como robarle un suspiro
al cielo.
Donde a las preocupaciones les ponemos morritos y nos
hacemos un selfie con ellas, para reírnos de los problemas y que se sientan tan
incómodos que decidan irse y no volver jamás.
Porque un día, entre tanta grieta, cansados de ver la luz
del sol colarse entre medias de los cristales, nos aventuramos a romper con
todo y salir a buscar esa luz por nosotros mismos, a crearla, a inventarla o a
pintarla si hace falta para que nada ni nadie pudiese ensombrecer lo que tenía
que ser, y fue, y es y está siendo.
Porque a pesar de todo, con la duda diaria de no saber dónde
encuentra el sol las fuerzas para salir cada mañana ni de dónde saca las pelas
la luna para irse de fiesta cada noche, nos dio por decir que estábamos hartos,
hasta el culo de tener miedo de que la basura nos estallase en la cara, porque
nunca paraba de crecer. Y la hicimos estallar nosotros. Así, de repente.
Nuestro Big-Bang particular llegó trayendo una primavera
anticipada en el otoño de un año en el que abril quiso imponerse de enero a
agosto.
Si de amor ya no se muere… probemos a ver si puede vivirse,
porque hoy mi risa se alegra de que revolotees a mi alrededor.
¡Que si el mundo quiere seguir girando a lo loco que me avise, que yo me bajo en esta frenética estación!
Bienvenida sea esta primavera anticipada que me llena
de vida mientras que el invierno asoma ahí afuera, azotando la orilla, aullando
feroz contra los cristales.
A.2014
martes, 4 de noviembre de 2014
Acción poética IV: Algún día soñaremos en la misma almohada.
Me encanta oír el mar desde mi cama y ver la lluvia caer en una tarde de domingo.
Me encanta que el viento me despeine y sentir mis rizos ocultando mi cara. Indomables, rebeldes.
Me encanta poder gritar que no quiero que se acaben nunca las cosas que me gustan. Decirlo cantando, cantar lo alegre y lo no tan festivo. Adoro ponerle música a todo. Y ritmo. Ritmo a la Vida.
Vida que parece haber metido la sexta marcha este otoño y no pretender parar hasta ganar todas las carreras. ¿O hasta quedarse sin combustible?
De eso nada. Ahí es donde me encanta tener la certeza de que no va a ocurrir tal cosa, no por ahora.
No mientras nuestros latidos prendan llamas, no mientras arda el fuego en nuestros corazones.
Porque me encanta poder vivir desafiando al mundo con una sonrisa. Gesto travieso que delata que ahora me siento una auténtica fiesta por dentro.
Y me encanta.
Me encantas.
Me encantamos.
Como me encanta escribir así, como si estuviese enamorada, antes de acostarme pensado en que "algún día soñaremos en la misma almohada".
A.2014
Me encanta que el viento me despeine y sentir mis rizos ocultando mi cara. Indomables, rebeldes.
Me encanta poder gritar que no quiero que se acaben nunca las cosas que me gustan. Decirlo cantando, cantar lo alegre y lo no tan festivo. Adoro ponerle música a todo. Y ritmo. Ritmo a la Vida.
Vida que parece haber metido la sexta marcha este otoño y no pretender parar hasta ganar todas las carreras. ¿O hasta quedarse sin combustible?
De eso nada. Ahí es donde me encanta tener la certeza de que no va a ocurrir tal cosa, no por ahora.
No mientras nuestros latidos prendan llamas, no mientras arda el fuego en nuestros corazones.
Porque me encanta poder vivir desafiando al mundo con una sonrisa. Gesto travieso que delata que ahora me siento una auténtica fiesta por dentro.
Y me encanta.
Me encantas.
Me encantamos.
Como me encanta escribir así, como si estuviese enamorada, antes de acostarme pensado en que "algún día soñaremos en la misma almohada".
A.2014
Que quiera comerse el mundo si camina de tu mano
“Mereces un amor que te quiera despeinada, con todo y las razones que te levantan de prisa, con todo y los demonios que no te dejan dormir. Mereces un amor que te haga sentir segura, que pueda comerse el mundo si camina de tu mano, que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel. Mereces un amor que quiera bailar contigo, que visite el paraíso cada vez que mira tus ojos, y que no se aburra nunca de leer tus expresiones. Mereces un amor que te escuche cuando cantas, que te apoye en tus ridículos, que respete que eres libre, que te acompañe en tu vuelo, que no le asuste caer. Mereces un amor que se lleve las mentiras, que te traiga la ilusión, el café y la poesía.”
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