miércoles, 7 de diciembre de 2016

Con trocitos

Se acercaron las distancias 
Dejamos clara la intención 



Hace dos años y dos meses que somos dos para todo. O que dejamos de ser dos y pasamos a ser uno solo. Completo.
 A veces perdido y a ratos seguro de haber ganado.
De estar ganando sea cual sea la ecuación.
El caso es que somos dos en uno y uno en dos.


Y es que tiene un corazón que no le cabe (...)


Que solo entiende lo que dices,

si lo dices sin palabras.

A.2016








martes, 26 de julio de 2016

Sol de postal


Apenas hace un par de días de que aprendí una gran lección sobre esto de la superación y sobre los miedos de uno mismo. Contemplando uno de los paisajes más bonitos que había visto jamás, en los acantilados de mi querida Galicia, cómo no, interpreté las señales de la naturaleza, reflexioné sobre lo que tenía ante mis ojos y salió esto. Le llamé Sol de postal.

 ***

Allá abajo el gigante azul golpea incesante contra las rocas y éstas parecen no darle importancia, como si fuesen caricias; batida tras batida el acantilado resiste impasible, ofreciendo toda su belleza con el máximo esplendor.

En el punto cardinal opuesto a esta seducción entre los elementos, se encuentra quizá el paraíso para cualquier mochilero. Todas las tonalidades del verde lucen nutridas por un Lorenzo vestido de gala,  cubriendo cimas, valles y colinas de una vida llena de paz.

Por un momento de katarsis soy capaz de elevarme e imaginar todo aquello a vista de pájaro y así comprender que el límite entre el miedo y la felicidad es una línea tan delgada como la que separa al amor del odio.

Que el éxito es una cuestión de gustos.

Desde lo alto puede elegirse el camino, por eso es necesario ver las cosas con perspectiva para poder optar por la opción correcta.  Al igual que el acantilado, que casi ajeno a toda actividad marítima persiste firme en su empeño de crecer hacia arriba, imponiéndose frente a la danza hipnótica del océano, cada uno de nosotros tenemos la opción de dejarnos llevar por la angustia o tomar el camino difícil, tomar las riendas y decidir qué queremos ver en nuestro horizonte.


Pero lo extraordinario de esta vida, es que ni tan siquiera es necesario elegir, simplemente hay que alzar la vista y pasar a visión panorámica.

Para poder descubrir así que, si bien lo que nos rodea puede ahogarnos entre muros de ansiedad indestructibles, ampliando el campo de visión aparecerá también aquello que nos hace felices… aunque el paisaje esté desordenado o incluso nos parezca increíble nuestra capacidad de aunar emociones.

Es posible disfrutar del placer de que en medio de tus miedos aparezcan oasis de todo aquello que te da paz.

A ese miedo simplemente hay que darle la vuelta y convertirlo en oportunidad.

No debemos olvidar que el sentir temor a caerse por el acantilado forma parte del privilegio de contemplar su magia.

A.2016




martes, 14 de junio de 2016

Como agua de lluvia

 
 
"Nunca llueve eternamente,
pero yo llevo dentro un mar infinito,
 un torrente de emociones,
una capacidad inmensa de reinventarme. 
 Por eso jugar con agua, al igual que conmigo,
es impredecible."
 
 
A.2016

 
 
 
 

viernes, 3 de junio de 2016

Mis pájaros de la cabeza

"Pero lo que más quiero es que vuelvas, que vueles alto pero que tu nido siempre sea yo."

A.2016

Hacía ya tiempo que debía haber vuelto, en realidad jamás debería haberme ido.
Quizá sea bueno perderse para encontrarse, o más que bueno necesario.

Las valoraciones mejor al final del proceso; de momento celebremos que ya estoy aquí, cuidando las alas.